>No faltará quien se pregunte por qué dedicarle algunas líneas a algo que todo el mundo debería saber: cómo abrir una botella de vino. Y no es así, porque maneras de abrir una botella de vino hay muchas, incluso algunas que se ignoran.
Claro, si vemos a un sommelier nos parece una tarea muy fácil que no necesita explicaciones, sobre todo porque es un profesional que lo ha hecho tal vez millares de veces en su vida.
Aquí podrás enterarte de algunas técnicas y detalles que quizá te sorprendan sobre cómo abrir una botella de vino, pero que al fin y al cabo te serán muy útiles cuando recibas invitados en tu casa y quieras celebrar con un buen vino por el motivo que sea.
5 pasos para abrir una botella de vino y servirlo correctamente
Tan fundamental como su misma degustación, lo es la manera correcta de abrir una botella de vino y servirlo. Sin estos pasos previos bien cumplidos puede arruinarse ese ritual esencial en toda celebración o en el acompañamiento de una buena comida. Sigue leyendo para descubrir cómo abrir una botella de vino de forma correcta.
Es necesario que dispongas de un sacacorchos adecuado y de los mejores que puedas conseguir en las tiendas especializadas. Hay una gran variedad de estos y puedes elegir el que te parezca mejor y te resulte más cómodo a la hora de utilizarlo.
Rigurosamente, debes cumplir los pasos que se describen a continuación:
- Si te fijas bien en cómo lo hace un sommelier te darás cuenta de que siempre se apoya la botella en la mesa. Al tenerla fija y bien apoyada debes girar o mover el sacacorchos de acuerdo con el modelo de que dispongas. La botella no debe moverse y la etiqueta de la botella siempre debe estar orientada hacia los invitados o comensales.
- Debes cortar y retirar la cápsula que está en torno a la boca y al gollete o cuello de la botella para evitar que el contenido tenga contacto con esta, ya que puede estar algo oxidada o sucia.
- A continuación, debes limpiar con un paño limpio, siendo imprescindible que claves muy bien la espiral en todo el centro del corcho pero sin hundirlo demasiado, porque pueden caerle migas al vino y lo arruinas. En este paso, hay que tener presente que lo que debe girar es el sacacorchos y no la botella.
- Ya abierta, limpia con un paño seco la boca de la botella. Este paso debes realizarlo con sumo cuidado y, si se quiere, un toque de elegancia.
- Al servirlo, nunca apoyes la botella en la copa y mucho menos llenarla hasta el borde. Lo apropiado es servir apenas un tercio de la copa o siquiera un dedo más debajo de la curva o panza de la copa. En el caso de los espumosos o del vino blanco se sirve menos aún para que se conserve mejor la temperatura ideal.
Además de estas precisas indicaciones, debes tener en cuenta cuándo es el momento apropiado para descorchar la botella dependiendo del vino que vayas a degustar.
Los que deben abrirse en el momento en que van a servirse son los vinos tintos ligeros y jóvenes, los blancos afrutados y secos, los espumosos y de aguja. Estos requieren poco tiempo para airearse y que despierten, se expandan sus aromas y vayan velándose con tranquilidad los taninos.
Los demás vinos, en su mayoría, ya sean vinos blancos o tintos, es recomendable descorcharlos una hora antes de servirlos en las copas. Será suficiente con dejarlos descorchados al aire fresco sin trasvasarlos ni decantarlos.
Los tintos, potentes y estructurados, conviene que sean descorchados entre 3 y 6 horas antes para que respiren. Hay quienes aconsejan que se trasvasen a un decantador para que ganen en cuerpo e intensidad.
Los vinos añejos no necesitan airearse y se sirven apenas se abre la botella. En el caso de estos vinos, la oxigenación brusca y prolongada le hace perder sus frágiles aromas y matices.
¿Ya te haces una idea de cómo abrir una botella de vino correctamente y servirla como un profesional?
Cómo abrir una botella de vino sin sacacorchos
Es algo que a muchos les ha ocurrido y lo ideal es que no suceda, pero si llegas a estar en una situación como esta, hay formas de salir airoso.
Abrirla con un cuchillo
No deja de ser peligroso, pero si lo haces con mucho cuidado, no tendrás problemas. Usa un cuchillo delgado, resistente y de punta afilada, preferiblemente de sierra. Lo clavas en el centro del corcho y sin atravesarlo por completo.
Lo giras lenta y cuidadosamente, procurando no romper el corcho. Una vez que este gira, ya tienes parte del trabajo hecho, porque solo debes seguir girando y a la vez tirando del corcho y este irá saliendo como si fuese un tornillo.
Con un bolígrafo y un tornillo de gancho
Los tornillos de gancho son los que se utilizan para colgar cuadros u otros objetos de las paredes y para este caso resultan preferibles los que son algo grandes. Lo atornillas lentamente en el corcho sin atravesarlo por completo y el bolígrafo lo atraviesas a manera de empuñadura por el gancho del tornillo y lo giras como se hace con cualquier sacacorchos manual.
Con un zapato
Esta alternativa suena muy rara, pero funciona si no se tiene otra forma o herramienta para hacerlo.
En este caso, debes poner la base o fondo de la botella en la parte del zapato correspondiente al talón. Golpeas el zapato por la suela contra una pared u otra superficie firme y la fuerza que se le imprime al golpe pasa al vino dentro de la botella y este empuja el corcho.
¿Qué hacer si se rompe el corcho?
Este lamentable accidente no puede permitírselo un sommelier y, si sucede, está en la obligación de cambiar la botella. Pero si te ocurre en casa, no hay razón para alarmarse ni enfadarse.
Sencillamente atornillar el sacacorchos de nuevo en una forma oblicua de tal manera que no agrandar el agujero que ya habías hecho y el corcho no termine siendo un picadillo. Aprisiónalo contra el cuello de la botella y tira con fuerza en el sentido más vertical que puedas.
Otra forma es hundir el corcho en la botella con mucho cuidado para que no haya salpicaduras y de inmediato trasvasas el vino a un decantador para que evites que los pedazos de corcho lo arruinen.